martes, 9 de agosto de 2011

ESCUELA CLÁSICA

(Siglos XVIII – XIX)


Ideas principales:

La doctrina clásica se ha identificado frecuentemente con el liberalismo. Los elementos esenciales de la escuela clásica son la libertad personal, la propiedad privada, la iniciativa individual y el control individual de la empresa.
Los rasgos fundamentales del pensamiento pueden concretarse en los siguientes puntos:
1-La norma básica de la doctrina clásica fue el laissez-faire (dejar hacer). El mejor gobierno es el que interviene menos. El mercado libre y competitivo determina la producción, los precios y la distribución del ingreso.
Los clásicos consideraban que la economía se autorregulaba y tendía a que todos los recursos estuvieran empleados sin necesidad de la intervención de los poderes públicos.
2-Los clásicos, a excepción de David Ricardo destacaban la existencia de una armonía de intereses. Cada individuo, al tratar de alcanzar sus propios intereses, servía a los superiores intereses de la sociedad.
3-Esta escuela defendía a los hombres de negocios, pues eran los que realizaban la acumulación de capital, esto es, la inversión, y propiciaban el crecimiento económico.
4-Confiaban en la competencia como mecanismo regulador de la economía. Antes de los despilfarros y la corrupción de los gobiernos, los clásicos defendían la primicia del sector privado sobre el sector público.


Contexto:

El período de vigencia clásica puede situarse entre 1766, año en que se publica “La Riqueza de la Naciones” (Adam Smith) y 1871 cuando aparecen las obras claves de los marginalistas.


Principales exponentes:

· Adam Smith (1723-1790):
Nació en Escocia . Estudió ciencias morales y políticas y lenguas en Oxford. Se lo considera como el fundador de la escuela clásica. En 1776 publicó “La Riqueza de las Naciones”. Su fama fue inmediata y la reputación de Smith quedó establecida para siempre. Poco antes de su muerte, la mayoría de los manuscritos fueron destruidos.
Para él, la solución al funcionamiento económico de la sociedad descansa en las leyes del mercado y en la interacción del interés individual y la competencia.
Fue el gran defensor del laissez-faire de la no intervención del gobierno en los asuntos económicos, ya que a su juicio, ellos son ineficaces e inclinados a otorgar privilegios especiales en contra de la sociedad.
Destacó los efectos de la acumulación de los beneficios de los empresarios, pues se reinvierten en maquinaria, lo que permitiría mayores posibilidades de trabajo y aumento de la producción y por lo tanto conduciría a una mayor riqueza. Esta acumulación de los beneficios era lo que pone en movimiento el mejoramiento de la sociedad.

· Thomas Robert Malthus (1766-1834):
Fue clérigo, escritor, profesor de historia y de economía política. Estudió matemática en Cambridge. En 1798 aparece su ensayo sobre el principio de la población que le dio perdurable fama. En 1820 publicó los principios de economía política. Fue el adversario intelectual de David Ricardo, aunque en ambos existía una profunda y sana amistad. 
Malthus decía que los vicios y la miseria que azotan a la humanidad no deben atribuirse a las instituciones sociales, sino a la fecundidad de la raza humana. Según él, las guerras, las epidemias y las plagas resultaban necesarias para regular la población (el hambre, el último y más terrible recurso de la naturaleza). Él vivía preocupado por la posibilidad de lo que él llamaba "un atascamiento general", esto es, una inundación de mercancías sin posibles compradores.
Señalaba que existían dos categorías de productos: bienes esenciales (alimentos) y bienes no esenciales(que dependía de los gustos de quienes gozan de los ingresos suficientemente altos para adquirirlos). Para remediar este problema, él sostuvo que lo más prudente era estimular los gastos por parte de los ricos y del Estado.


· David Ricardo (1772-1823):
Nació en Londres. Fue la figura más destacada de la escuela clásica en cuanto al posterior desarrollo de las ideas de estos economistas. Se preparó en Holanda para los negocios de correduría de bolsa de su padre, en los que empezó a intervenir a los 14 años. A los 19 entra por su cuenta a los negocios de la bolsa y en pocos años, amasó una gran fortuna.
Hombre de fuertes principios. Se dedicó al estudio sistemático de la economía política. El libro "Las Riquezas de las Naciones" de Adam Smith fue la obra que a él le atrajo decididamente hacia el mundo de la economía. Fue un destacado ejemplo de pensador deductivo. Desplazó el centro de gravedad del análisis económico desde la producción a la distribución, siendo una de sus grandes aportaciones la teoría del valor-precio. 
Él se interesó por lo precios relativos más que por los absolutos; deseaba descubrir la base de las relaciones del intercambio entre las mercancías.
Su análisis de la renta de la tierra y el desarrollo de la teoría de los costos comparativos como justificación del comercio internacional fueron sus contribuciones más significativas al mundo de la economía.

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